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Arte de la complejidad: aleatoriedad, fractalidad, caos

Myriam Solar

Introducción, marco conceptual y estado de la cuestión

Los científicos de diversas disciplinas se han puesto de acuerdo en las últimas tres décadas para hablar de la existencia de nuevas leyes en la naturaleza, que incluyen la posibilidad de la innovación. Según Prigogine, es el devenir abierto a la probabilidad, es decir, a las reglas dentro de lo aleatorio, lo que viene a significar que estamos frente a un universo abierto, en expansión y por lo tanto, de creciente complejidad.
La nueva problemática, que se define a partir de un nuevo lenguaje conocido con nombres tales como "teoría de los sistemas dinámicos", "teoría de la complejidad", "dinámica no lineal" o "teoría del caos", reemplaza la visión mecanicista del universo por una visión de naturaleza dinámica. En esta, los fenómenos naturales se encuentran en un proceso de crecimiento, desarrollo e interdependencia que muestran una nueva regularidad, precedida por la inestabilidad y el no-equilibrio, y que explica los procesos dinámicos, la auto-organización, los atractores caóticos, los fractales, los patrones, las estructuras disipativas y los campos mórficos, en lo que constituye la nueva síntesis de la complejidad.
El aspecto fundamental del nuevo paradigma es la inestabilidad o el caos, convirtiéndose éste, según Prigogine, 1 en la ley fundamental del universo que alcanza a todo lo creado, incluyendo el arte concebido con las características de las cosas vivas, los procesos vitales, así como con sus problemas de complejidad organizada.
El caos, la inestabilidad y el azar son los elementos constitutivos del nuevo arte de la complejidad producido en sistemas dinámicos, que desde antes de la irrupción de las nuevas tecnologías está cambiando sus procesos creativos e inventando el futuro, al desplazar los centros vitales de la práctica artística a otros nuevos. Esto implica ir de los estados a los procesos, de los productos a los organismos y las relaciones, de lo cuantitativo a lo cualitativo, de los campos cerrados a los polisémicos, de las formas únicas a las formas múltiples, de lo determinado a lo indeterminado, de lo inmutable a lo mutable, de lo real a lo virtual, de lo contemplativo a lo interactivo.
Desde las primeras intuiciones y estudios sobre los fluidos acuáticos turbulentos de Da Vinci en el siglo XVIII, 6 pasando por las investigaciones del Dpto. de Cultura Orgánica del INCHUK de Petrogrado 10 y las observaciones sobre la naturaleza, el crecimiento orgánico y la nueva percepción de Matyushin hacia 1926, 11 hasta las investigaciones de la autora de este artículo desde 1987 en adelante, se desprende que el objeto del arte ha de ser planteado de otro modo, pues su realidad no es un hecho estático ni predeterminado. La realidad del arte es la propia naturaleza, animada por fuerzas que Da Vinci llama "terroríficas" y que una imagen estática no es capaz de reflejar, ya que a medida que se dibuja, pinta, esculpe, escribe o compone "se van complicando unas imágenes en otras" con tal grado de complejidad, que de ellas se "concluirá un orden cósmico, forma invisible de todas las formas visibles, que al punto se disgrega en las metamorfosis naturales". 5
Estas ideas contienen el principio del giro estético y ontológico del arte en nuestros días, al poner de manifiesto la presencia de un sistema vivo sujeto a la inestabilidad, la incertidumbre y el azar. Es esto lo que Christine BuciGlucksmann intuye cuando plantea la necesidad de elaborar una estética de la complejidad visual y lo que la autora de este artículo explora y desarrolla en un amplio programa artístico-estético que reactualiza el concepto de origen y amplia el concepto referencial de la forma, al incorporar los elementos de la naturaleza, la materia, los sistemas vivos y las máquinas. También revisa los procedimientos del arte y establece analogías integradoras en lo que se puede considerar una síntesis no lineal de la aleatoriedad y la fractalidad, por los diversos campos, conceptos y principios que se involucran para entender el nuevo lenguaje de la complejidad en el arte.

Aleatoriedad en el arte

La capacidad del flujo turbulento de un fluido, la alteración de un proceso mecánico y las oscilaciones de una huella browniana generan movimientos complejos que registran el fenómeno aleatorio. Aleatorio procede del latín y es lo relativo al azar o lo que depende de algún suceso casual. Esta capacidad de contener el azar corresponde a los sistemasllamados caóticos que presentan, en palabras de Stewart, "un comportamiento sin ley gobernado completamente por la ley". 15
Nadie sabe como es el azar, pero si consideramos que el universo está constituido de materia, radiación, espacio-tiempo y vacío, este es el que se encuentra "entremedias".12 El matemático Henri Poincaré, que creó la geometría elástica en la moderna teoría de los sistemas dinámicos, define el azar como "una causa muy pequeña, que escapa a nuestro control, produce un efecto considerable que podemos ver y que decimos entonces que se debe al azar. Si pudiéramos conocer las leyes de la naturaleza y la situación del universo en un instante inicial, deberíamos ser capaces de predecir exactamente la situación de ese mismo universo en un instante posterior. Pero, incluso cuando las leyes naturales no presentaran secretos para nosotros, sólo seríamos capaces de conocer la situación inicial aproximadamente". 16
La aleatoriedad es un factor de primera importancia en el desarrollo de todo organismo y, por lo tanto, en el de la forma artística concebida como un organismo vivo que nace, crece, se desarrolla y/o transforma en el instante de mayor complejidad del proceso, que es cuando éste se encuentra sujeto a influencias no controladas por el sistema, perturbando la regularidad de su funcionamiento de acuerdo a unas leyes.
En el arte, los sucesos aleatorios ocurren cuando éste se concibe en términos de un proceso en el que la predicción exacta es a menudo imposible, ya que una mínima variación en la condición inicial y las retroalimentaciones que se generan en su interior corresponden a una situación de caos equiparable a la naturaleza de la complejidad. Sin embargo, este tipo de comportamiento caótico puede llegar a ser determinista, al aparecer los atractores extraños y la intervención directa de un agente externo, lo que nos ayudará a transformar los datos aleatorios en formas visibles y estéticas.
Lo que queda aún por dilucidar, desde el punto de vista de la forma, es cómo el azar es capaz de engendrar irregularidades tan grandes como para crear la figura humana, cuyas imágenes, basadas en modelos, hemos estado construyendo durante milenios; cómo estas figuras son capaces de interactuar con otras (en una misma composición en la que operan imágenes de multicapa); cómo éstas se hacen recurrentes en el espacio-tiempo (sin que medie un esquema predeterminado) y cómo sucede un hecho tan extraordinario en una diversidad tan grande de materiales, algunos considerados inanimados, en los que el azar es capaz no sólo de crear la forma, sino de incorporar incluso el color.

Fractales naturales y caos en el arte: los fluidos

En la década de los setenta nace un poderoso lenguaje para describir y analizar la complejidad del mundo natural: los fractales. Fractal deriva del latín "fractus" que significa irregular, roto en pedazos o fragmentado. El término, que fue acuñado por Benoit Mandelbrot, permite describir el comportamiento incierto, desordenado y complejo de la naturaleza. Una naturaleza en la que todo cuanto existe se representa de forma irregular a través de unos patrones de organización, de unas estructuras y de un proceso.
Los tres conceptos claves 2 constituyen, a juicio de Capra, el marco conceptual de una síntesis sobre la emergente teoría de los sistemas vivos, en la que la autopoiesis 3 de Maturana y Varela es el patrón de organización, la estructura disipativa de Prigogine es la estructura del sistema y la cognición de Bateson, Maturana y Varela es el proceso.
La síntesis de Capra permite establecer una analogía cualitativa con los fractales naturales en el arte. Nos encontramos ante un proceso vivo, en el que el patrón de organización parece estar "haciéndose a sí mismo" continuamente en términos de red autopoiésica, creando a su vez una estructura abierta "al flujo de materia y energía" que se produce en interacción con el mundo exterior, aunque esté ordenadamente cerrada.
El lenguaje de los sistemas aleatorios está estructurado en fractales (las formas geométricas del caos). Un lenguaje y una geometría nueva para describir los patrones, las estructuras y el proceso de los sistemas aleatorios en el arte. En éstos, la propiedad más sorprendente no es la llamada autosemejanza en la que sus patrones se repiten en escala descendente de modo que sus partes son semejantes al conjunto, en un proceso abierto al cambio y a la estabilidad, sino aquella propiedad que determina que estos patrones constituyan estructuras determinadas para formas determinadas, en lo que parece ser un proceso de autocognición de sus elementos.
Sin embargo, en este complejo proceso quedan aspectos por dilucidar, como la interacción multicapa, la recurrencia de las formas, que bien podrían estar relacionadas con los campos mórficos mencionados por Sheldrake 17 y un fenómeno de naturaleza puramente estética, en el que los materiales estarían abiertos al flujo de materia y energía, en forma de estructuras disipativas.
La forma fractal en el arte fractal natural es irregular, discontinua e incierta. Cada forma irregular en el arte fractal natural tiene su propia estructura fractal. Las formas en el arte como en la naturaleza son infinitas, por lo que el número de estructuras fractales en el arte será también infinito. Estas formas aparecen en el arte como consecuencia de una dinámica caótica subyacente a los fluidos turbulentos, a la intervención de procesos mecánicos en las máquinas y por analogía cualitativa entre la forma y las sendas aleatorias del movimiento browniano en sistemas vivos.
En la dinámica compleja de un fluido, la forma artística es la culminación de un proceso de fases de transición. En este proceso en que nada es concebible a priori se crean unas estructuras que evolucionan a partir de unas preformas en las que la idea de la forma sigue siendo indeterminada, pero en la que se observa la existencia de un estadio temprano y fundamental junto a un segundo estadio más tardío y complementario de definición. Durante el proceso, en el que la forma viaja a través del tiempo sin ser vista desde la preforma, hay un crecimiento y un desarrollo semejante al del origen de la vida. Esta posibilidad de extender la biología al origen de la forma en el arte desde la naturaleza de la complejidad permite introducir un nuevo hallazgo: los estados transitorios. En éstos, la preforma pasa por un cuerpo primitivo o estría que ha crecido, dejando ver sin ser visto lo que en realidad contiene: un saco membranoso o folículo que alcanza su maduración, liberando los óvulos de la forma. Los óvulos contienen en su interior un embrión o neonato visual, que alcanza su pleno desarrollo con la definición de una forma determinada, una vez que el atractor ha conseguido estabilizar el sistema (o hacerlo desaparecer y reaparecer súbitamente con nuevos puntos de bifurcación), ayudándonos a transformar los datos aparentemente aleatorios en formas visibles. Simplificando el proceso, los elementos están sometidos a fuerzas que provocan algún movimiento sin orden aparente, pero como éste necesita estabilizarse debido a las leyes que lo gobiernan, transmite la información de un sitio a otro en forma de movimiento, accionando de manera contigua cada punto, línea o textura existente en su proximidad, como si estos elementos "vieran" para crear la forma y "conocieran" el plan general al elaborar, comunicar, desechar y construir una estructura y al ajustar la situación. También puede ocurrir que el sistema modifique la relación espacial entre sus componentes al aparecer una fluctuación en cualquier lugar y en cualquier instante, ya que el azar actúa de forma imprevisible tanto en el espacio como en el tiempo. En este caso, el sistema reacciona tratando de arreglar la situación que se presenta, buscando una forma estable en la que no sólo se acomode el lugar donde ha ocurrido la perturbación, sino todo el sistema, ya que todo él está conectado por la misma geometría. También puede suceder que el sistema se desconfigure completamente, teniendo que volver a autoorganizarse, con lo que se reiniciaría el ciclo.
El momento de mayor complejidad del arte fractal natural se presenta, sin embargo, con la formación por autoorganización de estructuras superpuestas o multicapas. Unas combinaciones complejas en las que cada superposición evoluciona aparentemente de forma independiente, existiendo una interacción y un orden que permite la coexistencia simultánea entre un número de estados posibles de la representación estética.
En el ciclo de la complejidad, la autoorganización, las fluctuaciones provocadas por el azar, las estructuras y la autocognición son fundamentales para generar la creación de la forma en el arte, uniendo conceptos provenientes de la física, la química, la biología, la informática y el arte mismo.

Caos, azar primario y fisimorfismo: la senda aleatoria del movimiento browniano
Caos, azar primario y forma constituyen una realidad emergente para descubrir los elementos, las relaciones y el proceso de construcción de la forma en el arte de la complejidad. Esta relación triangular ha estimulado a la autora de este artículo a investigar experimentalmente el azar primario con una pequeña población de gasterópodos. Un ejemplo de azar primario es el movimiento browniano que Mandelbrot define como "una sucesión de pequeños desplazamientos mutuamente independientes e isótropos". (todas las direcciones son igualmente probables). 9
El movimiento browniano debe su nombre al botánico inglés Robert Brown, quien lo observó a nivel molecular en 1827 y alcanzó su desarrollo con Einstein, Wiener, Perrin y Mandelbroth, 4 quien lo abordó desde la geometría fractal creando una nueva zona de orden fractal.
El movimiento browniano es, desde esta nueva perspectiva, el objeto fractal más simple que se conoce. Un objeto fractal es un objeto natural con forma de una costa o de una nube. Este concepto permite establecer una analogía entre este fenómeno de naturaleza física, puesto de manifiesto por seres vivos primarios y por los propios fractales naturales en el arte. Así, la autora concibe el caos representado por el movimiento browniano, como un tipo de fractal elemental debido al azar, que se caracteriza por un aparente y desordenado zigzagueo de curvas continuas que indican a lo largo de un proceso un estado irregular e interrumpido que puede contener patrones de organización, estructura y forma. Se llama a esta posibilidad de corporeidad de la forma debida al azar primario "fisimorfismo". El fisimorfismo es una construcción natural homotética que contiene desorden, irregularidad y un orden subyacente que permite alcanzar la representación de un objeto físico. La representación del objeto queda delimitada por una sucesión de pequeños trazos dentados que conforman el cuerpo o la figura de la imagen, pudiendo apreciarse el sentido o posibilidad de la forma, si ésta se proyecta sobre un fondo. En estas imágenes sorprende encontrar una similitud con la llamada geometría elástica de Poincaré, en la que un triángulo puede transformarse por continuidad en un rectángulo, un rectángulo en un cuadrado y éste en un círculo.
Todas estas transformaciones indican la presencia de un proceso caótico donde cualquier figura se puede convertir en otra mediante un estirado, doblado o retorcido continuo que nos recuerda a "la transformación del panadero" presente en un proceso fractal.
El procedimiento es sencillo: un mecanismo físico entra en funcionamiento a través de una acción ejercida en la que se enlazan unos órganos con un medio físico que tiene por efecto la creación de una estructura. Esta estructura se manifiesta a través de un signo gráfico que evoluciona, desarrollándose el proceso de posibilidad de la forma del "fisimorfismo". El fisimorfismo se distingue por un conjunto de etapas sucesivas que llevan a establecer la existencia de un proceso, hasta alcanzar la corporeidad física de una construcción natural. Estas etapas son: el proyecto o génesis y polvo de puntos, el morfovaciado, el randonizado, el bitmorfo y el fisimorfo. El proyecto o génesis consiste en marcar un territorio en forma de geometría irregular, que a veces es elástica. El polvo de puntos es una variante del proyecto que consiste en marcar un territorio a través de un conjunto de pequeños cráteres. El morfovaciado consiste en vaciar la incipiente e irregular figura geométrica que se ha delimitado para formar la estructura de la construcción natural. El randonizado es el instante más creativo del proceso en el que un pequeño cambio transforma, complica, desordena o resuelve la futura corporeidad de un objeto. El bitmorfo es un momento de crecimiento del randonizado que ha de concluir con la construcción natural de un objeto o figura llamada fisimorfo.
La posibilidad de encontrar autoorganización, estructuras, información, que en palabras del biólogo André Lwoff es " lo que determina la vida" 8 en un sistema vivo, es lo que nos permite entender cómo se produce la forma en un sistema dinámico que se extiende hasta el arte.

Caos, máquinas y el "gato de Schrödinger"


Las formas fractales naturales se pueden construir artificialmente por medio de figuras geométricas que exhiban autosemejanza. La principal técnica de construcción es la iteración o "transformación del panadero". Iteración viene del latín "iterare" que significa repetir. Un proceso no lineal en el que una función que opera reiteradamente sobre sí misma, produciendo estirados y replegados muy parecidos a los que efectúa un panadero con su masa. Con la ayuda de esta técnica, que vincula teoría del caos con la geometría fractal y los ordenadores, los científicos han podido construir modelos en una gran variedad de formas naturales irregulares y los artistas digitales han podido crear sus "falsificaciones fractales".
El procedimiento de iterar a una función para describir algo real o que "puede ser real" a través de una máquina, plantea el paso de un sistema estático a un sistema dinámico. Una máquina está construida con unos mecanismos determinados para ejecutar una función también determinada. Un sistema dinámico está abierto a elementos no controlados capaces de alterar las estructuras previas, saltando a un nivel superior o inferior. "Esquemáticamente -dice Antonio Escohotado- los sistemas abiertos intercambian energía y materia con su medio mediante subsistemas que fluctúan sin pausa hasta acercarse a puntos críticos de inestabilidad, donde la estructura previa no puede conservarse y salta a un nivel inferior o superior de orden." 7
Esta dinámica de la construcción artificial, consistente en producir caos introduciendo elementos aleatorios en un sistema dado, es un nuevo paso en la investigación artística de quien escribe. Es el momento en que descubre que las formas fractales en el arte pueden existir de forma natural o ser producidas artificialmente por las máquinas, si media la intervención humana. El procedimiento consiste en introducir la "transformación del panadero" en la cámara fotográfica, un sistema abierto por excelencia. Las imágenes que pueden llegar a ser evolutivas y virtuales, en las que aparece la variación natural y la mutación, se generan a partir de una instrucción caótica que recodifica los elementos existentes, mezclándolos al azar con resultados imprevisibles.
El mismo procedimiento es empleado con la cámara de vídeo, otro sistema abierto, en el que la iteración no sólo es capaz de producir un proceso en el que se aprecian elementos, estructuras y formas semejantes al origen de la vida, o entradas y salidas y subconjuntos, sino que el azar puede llegar a sorprender con el desarrollo de organismos y la creación de formas.
Se trata de un nuevo mundo para el arte de la complejidad. Lo que se creía que era simple se vuelve complicado, surgiendo nuevas cuestiones relativas al salto a un nivel de otro orden enunciado por Escohotado. En este nivel, el arte no sólo toma contacto con la teoría del caos y la geometría fractal, sino con la teoría cuántica y la cibernética. Un hallazgo con posibilidades artísticas desconocidas hasta este descubrimiento, mediante el cual el arte es capaz de plasmar algo que no posee entidad física. El arte se encontraría con una realidad que surge de la nada, que capta en imágenes "algo queexiste allí", pero que "no vemos aquí". Unas imágenes que proceden de algún lugar y se evaporan en el mismo instante en que se captan, pero que la iteración es capaz de registrar en un proceso de bifurcación y azar. Una realidad paradójica que recuerda a "El jardín de senderos que se bifurcan" de Borges y la ecuación conocida popularmente como "el gato de Schrödinger", 18 en la que se plantea la posibilidad de que un mismo hecho exista con dos resultados posibles al mismo tiempo.

Conclusión

El universo del no-equilibrio es un hecho nuevo para el arte. Sus hallazgos alumbran una perspectiva completamente distinta sobre su objeto en sistemas dinámicos. Se trata de un nuevo mundo cuya realidad no está determinada. Su renovación es en gran medida la historia del descubrimiento del tiempo que con sus paradojas da entidad a una realidad cotidiana o a lo que existe en el universo probabilístico en que nos movemos. El arte de la complejidad que incorpora la aleatoriedad se enfrenta a un desafío de creación extraordinario y convierte el nuevo paradigma en una estética capaz de representar desde un nuevo punto de vista este estado "enmarañado" que es ahora la realidad.

Notas


1. Berlin Snell, Marylin, El Ser y el Devenir. Entrevista a Ilya Prigogine. Santiago de Chile, El Mercurio, 15 Noviembre 1992.
2. Capra, Fritjof, "La naturaleza de la vida. Una nueva síntesis", en La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos. Barcelona, Anagrama, 1998, p. 172.
"El patrón de organización de cualquier sistema vivo o no 'es la configuración de las relaciones entre sus componentes, que determina las características esenciales del sistema', o lo que es lo mismo, 'ciertas relaciones deben estar presentes para que algo sea reconocible." La estructura de un sistema "es la corporeización física de su patrón de organización", es decir, la descripción de sus componentes físicos, por ejemplo, sus formas. El proceso "es la actividad que se ocupa de la continua corporeización del patrón de organización y estructura de un sistema".
3. Capra, F., "Modelos de autoorganización", op. cit., pp. 115-116.
Autopoiesis es un patrón general de organización común a todos los sistemas vivos. Autopoiesis significa "creación de sí mismo". Red autopiética es una red autoorganizadora de los sistemas vivos. Es una red de procesos de producción, en la que la función de cada componente es participar en la producción o transformación de otros componentes de la red. De este modo toda la red se "hace a sí misma continuamente".
4. VV.AA, "Movimiento browniano y fenómenos asociados", en Estructuras fractales y sus aplicaciones. Barcelona, Labor, 1993, pp. 59-60.
5. Da Vinci, Leonardo, Tratado de Pintura. Madrid, Editora Nacional, 1976.
6. Da Vinci, Leonardo, "Ciencia", en Cuaderno de Notas. Madrid, Ediciones Busma, 1983, pp. 179-225.
7. Escohotado, Antonio, Caos y Orden. Madrid, Editorial Espasa Calpe, 1999, p. 13.
8. Lwoff, André, "El concepto de información en la biología molecular", en El Concepto de (Coloquios de Royaumont). México, Siglo XXI Editores, 1966, pp. 121-128.
9. Mandelbrot, Benoît, Los objetos fractales. Forma, azar y dimensión. Barcelona, Tusquets Editores, 1996, p. 53.
10. Matyushin, Mikhail en el catálogo Vanguardia Rusa. Madrid, Fundación Juan March, 1985, pp. 122-125.
11. Matyuchin, M., op.cit. pp. 54-59.
12. Pérez Mercader, Juan, Qué sabemos del Universo. Madrid, Debate, 1996, p. 9.
13. Perrin, Jean, Atoms. Woodbridge-Conneticut, Ox Bow Press, 1990.
14. Povelikhina, Alla, "Matyushin´s Antropologism: The Zor-Ved System in the Perception of Nature, GINkhUK: Department of Organic Culture", en Organica The non-Objective World of Nature in the Russian Avant-Garde. Colonia, Galerie Gmurzynska, 2000, pp. 42-53..
15. Stewart, Ian, ¿Juega Dios a los dados? La nueva mecánica del caos. Barcelona, Grijalbo-Mondadori, 1991, p. 23.
16. Stewart, I., op.cit. pp. 299-300.

17. Sheldrake, Rupert, La presencia del pasado. Resonancia Mórfica y hábitos de la naturaleza. Barcelona, Kairos, 1990.
18. Talbot, Michael, Observador y participante en Misticismo y física moderna.Barcelona, Kairos, 1986, pp. 33-45.
© 2000, Myriam Solar
© de las imágenes, Myriam Solar, con la autorización de la autora
Este artículo forma parte de un libro en preparación cuyo título provisional es Arte de la complejidad y estética de la forma en sistemas dinámicos, y cuya fecha de publicación está prevista para el año 2000. El libro no tiene editor por el momento.
Myriam Solar
Myriam Solar (Chillán/Las Rozas - Madrid). Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha cursado el programa de Doctorado por la misma Universidad y es postgraduada por la Universidad de Navarra. Fue Profesora titular e Investigadora de la Universidad de Chile e impartió la docencia en la Universidad Complutense de Madrid. Ha cursado estudios libres de bellas artes, composición musical y formación científica. Ha investigado en los ámbitos del Periodismo Científico y las Ciencias de la Comunicación. Es artista multidisciplinar fractalista, escritora y músico multimedia. A lo largo de su carrera ha realizado obras fractalistas interactivas multimedia, de arte sonoro, electroacústicas, de entorno arquitectónico y ópticas on line y off-line, habiendo participado de forma pionera en diversos programas internacionales a través de Internet. Es precursora en literatura infantil de la zoonarrativa, un tipo de narrativa que aporta una imagen única del hombre en relación con las otras especies en el reino de la naturaleza, consistente en hacer hablar y dibujar a los que no tienen palabras ni manos, según el modelo canónico humano. Estas obras nacen genéticamente de las imágenes fractales, el azar y los zoodrawings que son los que crean los personajes y las fábulas. Su concepción es la de una nueva educación estética y cognitiva donde lo artístico, lo humanístico y lo científico se encuentran indisolublemente unidos a partir de la interconexión con la naturaleza, los fractales naturales, el azar primario, el multimedia y las nuevas tecnologías. En poesía y narrativa evoluciona hacia una literatura multimedia e hipermedia, los video-conciertos y las web-arts de poesía. Ha sido pionera en la creación de música para poesía y fractales e integración de todas las artes, habiendo participado en recitales multilingües y festivales en Madrid. Ha escrito una decena de libros de poesía y narrativa, a los que incorpora el arte multimedia y la aleatoriedad.
http://artliaison.org/Solar
http://wwol.inre.asu.edu

Mecad Electronic Journal, número 4, junio de 2000

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